Los patrones de respuesta de ansiedad supone la participación del al menos 4 componentes: afectivo-emocioneal, cognitivo, psicofisiologico y motor.
Por ello, gracias a la visión global del niño de la que parte la psicomotricidad relacional, se consiguen grandes logros.
En psicología clínica se presupone que el tratamiento será más eficaz cuanto más logre reducir/eliminar/ las variables responsables del mantenimiento del patrón de respuesta que presente el niño/a en las situaciones que manipula/evita. Por lo que el psicomotricista pone a sus disposición un espacio asegurador donde se controlan estas variables. El entorno se vuelve menos amenazador y el niño/a disfruta miestras elabora sus miedos y angustias. La sala se convierte en su local de ensayo.
Gracias al juego conseguimos que se integren en él /ella estos nuevos aprendizajes y pueda generalizar a otros contextos.
Además, a través del diálogo tónico-emocional, las respuestas se van ajustando a la situación y cada vez son menos ansiosas.
Todo esto, junto a un trabajo sistemico en el que se incluye a la familia y a la escuela, el niño evoluciona, genera conductas alternativas y aumenta sus niveles de autocontrol.
Y así, la psicomotricidad se descubre como una propuesta de intervención ajustada y eficaz.
Alba García
Psicóloga y psicomotricista